Nomas simples pero esenciales como la forma de vestir, los modales en la mesa, la forma de hablar y de compartir nuestros pensamientos y opiniones con otros, cómo comer en público, en fin cosas que no son solo por un momento, sino que tienen que ser parte de nuestra vida, se tiene que convertir en nuestro estilo.
Para cada situación y para cada etapa de nuestra vida el vestido es parte vital de la interacción con los que nos rodean. Así como en la playa no se usa traje con corbata para recibir el sol, en una oficina, reunión de negocios no se va vestido de jeans con tenis. El vestido así como la forma de hablar dice mucho de quiénes somos y la credibilidad de nuestros conocimientos, dando valor a nuestro trabajo. Claro que lo que tenga que ver con la vestimenta va de la mano en conocer nuestro cuerpo y reconocer que no todo lo que existe en el mercado nos queda bien.
También, como dice el refrán: "En la mesa y en el juego se conoce al caballero", hace referencia a que un caballero y una dama se hacen conocer por sus modales en todo momento, en la mesa por ejemplo, saber cómo poner de forma correcta los cubiertos, el uso que tiene cada una de las partes de una vajilla, la forma de cómo comer los alimentos, qué comer en qué momento, también a la hora de usar copas, el uso de cada una de la gran variedad de copas que existen.
Todo lo anterior no significa que no se pueda tener un libre desarrollo de la personalidad, lo que pasa es que no siempre lo que nos gusta es lo apropiado, y no es que no podamos ser nosotros mismos, es que por el hecho de ser seres sociales tenemos que adoptar algunas normas básicas de convivencia.
Paola Cortés Cárdenas
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